Si dolorosa es la muerte de cualquier familiar, amigo o conocido, mucho más lo es cuando uno mismo sufre la impotencia de no haber podido hacer nada por evitar algo que podía haberse evitado.
Hace tres meses denunciaba en este blog una “tropelía” médica o sanitaria sufrida en las propias carnes de mi hija durante el nacimiento de mi primer nieto y los posteriores días de rehabilitación y cuidados médicos de la madre.
Por suerte, a fecha de hoy, todo se ha solucionado y creo que sin secuelas algunas.
Pero lo ocurrido en la tarde-noche de ayer domingo es indignante.
La autopsia practicada esta misma mañana a Manoli en el tanatorio de Aranjuez ha expuesto, ante la sorpresa de todo el mundo, una más de las atrocidades médicas que se están produciendo en el hospital de Valdemoro, el nuestro, el de los vecinos y vecinas de San Martín de la Vega.
Un hospital al que por encima de todo sólo le interesan los beneficios económicos. Un hospital que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, nos ha metido a base de imposición y por la puerta de atrás.
Un hospital, del que se dice, que en su corto historial cuenta ya con 24 casos de fallecimiento por negligencia.
¿Este es el futuro que nos depara la sanidad “liberal” del Partido Popular?
¿Esta es la sanidad que a bombo y platillo vende el gobierno madrileño de Esperanza Aguirre?
¡Qué vergüenza!
¿Algún día los hombres y mujeres de bien, de la razón, de la solidaridad y de la igualdad de los derechos y oportunidades de todos y todas se revelarán ante esto?
Esperemos que no sea tarde.
Hasta siempre, amiga Manoli, descansa en paz.
Familia Martín-Díaz, os acompañamos en el sentimiento.