1) Los nuevos hospitales de gestión privada han cubierto sus plazas con médicos de los hospitales públicos que se han quedado sin buena parte de su personal. En el caso de La Paz se han ido el 40% de los médicos.
2) A pesar de haberse ido, sus nóminas corren a cuenta de sus antiguos hospitales de origen. Es decir, esos médicos trabajan para un hospital privado pero su sueldo sale del hospital público.
3) De momento 3 de los hospitales privados no han abierto por falta de personal. No obstante están cobrando de la Comunidad una cuota fija diaria (aunque sigan cerrados y sin estrenar).
4) A pesar de la clamorosa necesidad de médicos de los hospitales públicos, para cubrir las bajas de los médicos que se fueron a los privados, tienen prohibido contratar nuevos médicos, en tanto que no se cubran las plazas de todos los hospitales privados para que éstos puedan empezar a funcionar.
5) Cada hospital privado cobra de la Comunidad 300 € por cada paciente que atiende, independientemente de lo que le haga (diagnóstico, pruebas, consultas, etc). Esta cuota sigue siendo 300 € aunque lo que le hagan cueste mucho menos.
6) Cuando llega un paciente cuya prueba cuesta más de 300 € es desviado automáticamente a un hospital público. Así el hospital nunca pierde dinero, y además cuando es atendida una persona que ocasiona menor gasto, no compensa en otros pacientes sus beneficios.
7) Ninguno de estos hospitales tiene laboratorios para hacer sus propios análisis de sangre, bioquímica, citología, etc. Estos servicios son contratados a empresas privadas externas que cobran por ellos.
8) Como muchos médicos no se fían nada de lo que hacen estas empresas externas, en la práctica es frecuente mandar las muestras para analizar por duplicado, por una parte a la empresa externa responsable de ese servicio, y por otra, a un laboratorio amiguete de la pública del hospital de procedencia. La sanidad pública está pagando por duplicado cada prueba efectuada.
8) Como muchos médicos no se fían nada de lo que hacen estas empresas externas, en la práctica es frecuente mandar las muestras para analizar por duplicado, por una parte a la empresa externa responsable de ese servicio, y por otra, a un laboratorio amiguete de la pública del hospital de procedencia. La sanidad pública está pagando por duplicado cada prueba efectuada.
En definitiva, dentro de unos años ¿qué tipo de asistencia sanitaria vamos a recibir?
Teníamos una sanidad pública que era de las mejores del mundo y no hace falta ser muy listos para sospechar cómo va a evolucionar todo esto.
No nos puede servir de consuelo, pero afortunadamente esto no está pasando en otras comunidades.
No se puede entender, por muchas transferencias que tengan los entes autonómicos, que cuando se comete un desaguisado de este tipo con la clara intención de desmantelar el sistema, el gobierno central mire para otro lado, no trate de poner las cosas en su sitio y no defienda los derechos de los ciudadanos.
El otoño se presenta caliente en la sanidad madrileña. Debemos informarnos y contrastad estas y otras informaciones. Nuestra pasividad es lo que más les conviene a los que quieren desprestigiar y desmantelar la sanidad pública. Busquemos la verdad y reaccionemos. Es realmente importante lo que nos estamos jugando.
¿Cómo podemos depositar nuestra confianza - pongámonos en una mesa de operaciones - en unos gestores privados cuyo principal y único objetivo, va a ser la obtención de beneficios económicos.