lunes, 9 de junio de 2008

La libertad, en una noche de verano

Por desgracia, el Estado franquista estuvo homologado durante bastantes años a Europa. En Alemania y en Italia también tuvieron que padecer una dictadura. En ambos países se dio la figura de los campos de concentración con trabajos forzados: presos políticos sirvieron en fábricas y obras públicas a cambio de nada. Bueno, muchas veces, a cambio de perder la vida. Pero a diferencia de lo sucedido en aquellos países, cuando acabó el régimen fascista aquí no hubo un debate público y una reparación moral a sus víctimas. Todo lo contrario, una nueva paletada de silencio.

Para la libertad… La libertad, en una noche de verano
Al atardecer, en la plaza de Vista Alegre (Madrid), un grupo de personas se subirá a un escenario para llenar el aire de la noche de música y palabras, canciones, textos, poemas, quizás de amor. Será un concierto o algo más grande, un espectáculo apenas ensayado, interdisciplinar y único, que no se repetirá.

Parecerá un concierto y tal vez lo acabe siendo, pero no tendrá nada que ver con los que integran las grandes giras patrocinadas por bancos, marcas comerciales, ayuntamientos o cadenas de radio. Porque en la arena, frente al escenario, se sentarán 1000 personas muy especiales.

Ellos serán los auténticos protagonistas de una noche que no olvidarán, que no olvidará ninguna de las personas que acudan a hacerles compañía, y que este país tampoco debería olvidar.

El sábado, 14 de junio, cuando sea casi verano, 1000 presos y represaliados políticos de la dictadura franquista recibirán de la cultura española el homenaje que las instituciones democráticas deberían haberles ofrecido hace ya muchos años.

Un homenaje cálido y modesto, sincero y personal, unas pocas palabras, unas pocas canciones en el lugar de las calles y las plazas, las leyes y las placas, el ejercicio público y permanente de memoria que mereció sin duda su coraje, su tenacidad, una incansable, indoblegable defensa de la libertad que se prolongó durante casi cuarenta años.

El sábado, 14 de junio, en Vista Alegre, no estarán todos los homenajeados. Muchos de aquellos luchadores, de aquellas luchadoras ejemplares han muerto ya. Pero queremos reunir a los que siguen entre nosotros para expresar nuestra admiración, nuestra gratitud hacia todos ellos.

Queremos contarles que sabemos la verdad. Que ellos fueron los auténticos autores de la democracia española. Que a ellos les debemos un presente que les fue negado por un régimen brutal que sin embargo nunca logró aplastarles. Que nuestra libertad, nuestros derechos y nuestra confianza en el futuro nunca habrían llegado a nacer sin su lucha y sin su sacrificio. Queremos contarles que lo sabemos todo, y sobre todo, que no sufrieron en vano.

Ven con nosotros a Vista Alegre, y el sábado, 14 de junio, será verano en Madrid.

Almudena Grandes