miércoles, 29 de octubre de 2008

EL CULEBRÓN DE LA SANIDAD MADRILEÑA: CAPÍTULO II

En la Sanidad faltan profesionales y material

A la Sanidad madrileña le falta personal y material. Aunque son "los mejores profesionales de España" -y así se lo reconocen los propios pacientes-, los médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y personal no sanitario denuncian de forma unánime que la "carencia de medios" y la "descoordinación", sobre todo en los nuevos hospitales, han empeorado la atención al paciente.

La gran inversión realizada por el Gobierno de Esperanza Aguirre no es suficiente para CCOO, UGT, CSIT, CGT y los sindicatos profesionales FEMYTS (médicos), SATSE (enfermería) y USAE (auxiliares de enfermería).

Aunque reconocen que los ocho nuevos hospitales y la reforma de los tradicionales "era una necesidad", denuncian que "no se ha contado con nosotros para saber qué necesidades de atención y de personal deberían haberse cubierto".

Manuel Rodríguez, responsable de la Federación Regional de Sanidad de CCOO, señala que hay "un déficit de plantilla muy preocupante" que empieza en la Atención Primaria y en Pediatría.

Javier López, coordinador general de FEMYTS, critica que los profesionales tienen que atender a más de 60 pacientes al día en los centros de salud y que la "saturación" obliga a que existan listas de espera "de entre tres días y una semana", según la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM).

Hace cinco años, las consultas de médicos y enfermeras fueron separadas para que éstas pudieran agilizar las recetas y los pacientes crónicos. Ahora son los médicos los que teclean los diagnósticos.

Esta "burocratización" provoca "más errores de diagnóstico" al dedicar menos tiempo a la exploración y que los pacientes "esperen dos horas de retraso en sus citas y terminen por irse a urgencias". Diversos médicos de familia consultados por Madridiario añaden que las "horas extra" y la dificultad de conciliar la vida familiar en un área con gran presencia femenina contribuyen al empeoramiento de la situación.

El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, afirma ante estas denuncias que la falta de pediatras y médicos de familia "no es exclusiva de Madrid", y recuerda que el Gobierno de Esperanza Aguirre ha creado 56 centros de salud y construirá otros 55.

Güemes admite que" la Atención Primaria necesita una reforma de amplio calado" que establezca incentivos a los médicos y recuerda que existe una oferta de empleo público para contratar más profesionales también en la especializada.

Elena Moral, secretaria de Sanidad de CSIT-UP, espera que esa reforma no signifique que los centros de salud pasen a depender de sus hospitales de referencia, gestionados por empresas privadas, y que ello suponga que se diagnostique a los pacientes "por la vía rápida" para obtener rentabilidad."

Esto es El Corte Inglés en rebajas"Las deficiencias derivadas de la saturación de la Atención Primaria lleva directamente, según los médicos, a que haya más pacientes que necesiten ir a la atención especializada.

Para FEMYTS, los hospitales están "como El Corte Inglés en rebajas" para pedir citas y admite que padecen desbordamiento. Además de cardiólogos, ginecólogos y obstetras, la falta de radiólogos y anestesiólogos, "sin los que es imposible operar", provoca "un año de espera en ginecología o neurología, tres meses para un TAC y entre 6 y 8 meses para detectar un cáncer", según la asociación El Defensor del Paciente.

A juicio de todos los colectivos consultados, los nuevos hospitales no han contribuido a mejorar la situación ni la de las Urgencias. Los médicos que se han trasladado "no son repuestos" en los antiguos "a pesar de que los pacientes siguen siendo derivados a ellos, incluidas las Urgencias, porque los nuevos no dan todos los servicios", señala Caridad García, de IU.

Además, "no hay personal no sanitario suficiente" -éste depende de contratas privadas-, hay "descoordinación" entre las empresas, falta material y una orden de Sanidad impide contratar directamente más eventuales, de los que actualmente hay 10.000 en el sistema público.

En la última reunión de la mesa sectorial, Güemes aseguró a los sindicatos que habrá trabajo "para todos los profesionales y más" con los nuevos hospitales.

Juan Carlos Molina, de CGT, alerta de que en estos "se han hecho contratos de días o incluso de horas con peores condiciones" y que las empresas privadas "recortan material para ahorrar gastos".

Expectativas "exageradas"Javier López, de FEMTYS, asegura que "se han vendido expectativas exageradas" en los hospitales de nueva creación y que su puesta en marcha se ha realizado "sin hacer estudios serios de necesidades". "No es lo mismo hacer edificios que llenarlos de gente.

Se han roto los equipos y los médicos están preocupados y machacados en casi todas las especialidades", apunta.

Por su parte, Manuel Rodríguez, de CCOO, recalca que las enfermeras están doblando turnos "voluntariamente, eso sí, porque no las pueden obligar, pero trabajan con presión y eso empeora la atención al público". Además, asegura que la externalización de los análisis y la radiología "es un despilfarro innecesario, ya que sería perfectamente asumible por el sistema público con una mínima inversión".

Mención aparte merece el colectivo informático. Este área está externalizada y centralizada en los nuevos hospitales -también lo estará en el futuro en los tradicionales- siendo la multinacional Siemens la adjudicataria y responsable de conectar los ocho centros.

La Asociación de Profesionales Informáticos de la Sanidad APISCAM, que representa a cerca de 200 profesionales, alerta de que, amén de los "enormes fallos" que existen en los nuevos sistemas, en la digitalización de las historias clínicas y en su interconexión con el resto de la red, "los datos de todos los madrileños están en unas instalaciones exclusivamente privadas a las que no tiene acceso ninguna persona de la Administración pública".

Domingo Sánchez, vicepresidente de APISCAM, denuncia que Sanidad "lleva años prometiendo regularizar nuestra situación pero nos mantiene como personal administrativo y permite que tengamos una tasa de temporalidad que afecta a dos tercios de la plantilla".