Llega la elección de médico mientras se pide acabar con las "privatizaciones"
Sanidad introducirá la libre elección de médico para las operaciones a partir del año próximo. Informáticos y sindicatos creen que en el estado actual del sistema es “imposible” conseguir esa meta y demandan de Juan José Güemes diálogo para solucionar los problemas que sufren los madrileños.
Sanidad introducirá la libre elección de médico para las operaciones a partir del año próximo. Informáticos y sindicatos creen que en el estado actual del sistema es “imposible” conseguir esa meta y demandan de Juan José Güemes diálogo para solucionar los problemas que sufren los madrileños.
PSOE e IU reclaman una vuelta al sistema público y el abandono de las privatizaciones.
“En catorce años la mitad de la población de Madrid habrá estrenado hospital”. Con esta frase, el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, hace balance de lo realizado en las últimas cuatro legislaturas por los gobiernos autonómicos del PP en Madrid.
Efectivamente, el mapa sanitario de Madrid se ha recompuesto por completo empujado por el crecimiento demográfico, que ha hecho imprescindible llevar los hospitales a la periferia.
PSOE e IU no restan méritos ni cuestionan que los ocho nuevos hospitales abiertos por Esperanza Aguirre -más los próximos que se han proyectado en Collado Villalba, Torrejón de Ardoz, Móstoles y Carabanchel- sean necesarios.
Ahora bien, se oponen frontalmente, junto a los sindicatos, a que la Sanidad se presente “como una oportunidad de negocio para las empresas privadas”.
El modelo de gestión se debate, según ellos, entre la deficitaria iniciativa pública, que debe ser rentable para la salud ciudadana, y las distorsiones que introduce la gestión privada.
Cambio radical de la atención:
Juan José Güemes destaca de lo realizado hasta ahora "el cambio radical en la atención al paciente” conseguida con los nuevos centros y la reforma de los viejos. “Esta inversión no tiene precedentes y se ha realizado en un tiempo récord.
Por primera vez hay habitaciones individuales con cama para el acompañante. Los madrileños pueden operarse esperando un máximo de 30 días y, a partir de 2009 van a poder elegir en qué hospital o qué especialista quieren que les opere”, asegura.
Todo ello, superando el “argumento falaz” que, según el consejero, utiliza el PSOE cuando condena la colaboración público-privada en Madrid "mientras la aplaude en otras comunidades” o cuando el secretario general del PSM, Tomás Gómez, propone que la colaboración alcance el 14% del sistema sanitario.
El máximo responsable de la Sanidad autonómica no olvida los problemas de saturación de las Urgencias que, en su opinión, "son puntuales, cuando hay picos de demanda como con la gripe”. Además, Güemes achaca la mayor llegada de pacientes a Urgencias a que "quieren un diagnóstico rápido y van a las Urgencias para resolver sus problemas con inmediatez”.
Respecto a la elevada lista de espera diagnóstica, el consejero afirma que la falta de médicos en algunas especialidades se resolverá con las próximas ofertas de empleo público siempre que el Estado “cumpla” autorizando más facultades de Medicina y retirando los cupos de estudiantes que suponen los ‘numeros clausus’.
¿Destrucción de lo público?
Para Lucas Fernández y Caridad García, portavoces de Sanidad de PSOE e IU, la situación está lejos de ser tan optimista.
Los males que a su juicio amenazan al sistema sanitario público en la región son tres: las leyes aprobadas por los gobiernos de José María Aznar, “de las que Aguirre se vale para entregar todos los servicios a las empresas privadas”; unas transferencias sanitarias “mal dotadas” de cuyos escasos recursos culpan al actual consejero de Economía, Antonio Beteta, “que fue quien diseñó el actual sistema de financiación autonómica”, y por último que se haya “regalado” a empresas privadas el patrimonio público, como los centros de especialidades de Quintana y Pontones, gestionados por Capio (que también dirige el hospital de Valdemoro y la Fundación Jiménez Díaz), y que se pague a las constructoras “el triple de lo que nos habría costado hacer con medios propios los nuevos hospitales”.
El PSOE muestra su preocupación porque “en su afán por ofertar más que nadie, Esperanza Aguirre, con ese sentido del espectáculo que le caracteriza, ha roto con todo lo anterior y ha renunciado a la política sanitaria”.
Lucas Fernández alerta que de que desmantelar la Dirección General de Salud Pública o la propuesta de rezonificación sanitaria suponen “dejarlo todo en manos de las empresas y distribuir a los pacientes por zonas de influencia sin tener en cuenta los recursos y su asignación lógica y útil”.
Sobre los nuevos hospitales, asegura que “hay empresarios que ya reconocen que están mal hechos, eso sin contar con la merma de las plantillas o la ruptura de la relación del personal médico con el no sanitario, que ahora depende de empresas privadas”.
Caridad García, de IU, reprocha a Güemes que “antes teníamos una veintena de hospitales antiguos con problemas de saturación pero que daban buen servicio. Ahora tenemos ocho más y se da peor servicio en toda la red porque en lugar de contratar más profesionales se ha reorganizado a los que había”.
“Cada hospital nos cuesta 70 millones al año más lo que se paga a la empresa por cada paciente atendido y más la subida del IPC, pero los pacientes siguen siendo derivados a los viejos porque lo que se han hecho son hospitales comarcales donde la tarjeta sanitaria es una tarjeta de crédito para la empresa privada, porque les pagamos con nuestros impuestos”, critica.
Hacia una atención mejor:
A esta denuncia se suma el rechazo de plano de PSOE e IU al modelo elegido para los cuatro próximos centros de Collado Villalba, Carabanchel, Torrejón de Ardoz y Móstoles, donde los médicos también pertenecerán a la empresa adjudicataria o a la que ésta decida subcontratar.
La Federación de Médicos y Titulados Superiores (FEMYTS) cree que con este modelo se abre la puerta a la “medicina privada pura y dura”.
CCOO, UGT, CSIT, CGT, FEMYTS y el sindicato de enfermería SATSE reclaman a Juan José Güemes que “se siente con nosotros para hablar de las necesidades de la sanidad y educar a los madrileños sobre cómo usarla”.
Domingo Sánchez, vicepresidente de Asociación de Profesionales Informáticos de la Sanidad, recuerda al consejero que “en las condiciones actuales, con la cita y la receta electrónica sin desarrollar, con la incompatibilidad entre los sistemas informáticos de los hospitales y los problemas en la digitalización de historias, es imposible pensar en libre elección de médico”.
Por su parte, Güemes demanda a los sindicatos que abandonen el “argumento falaz” de la privatización y que, junto al PSOE, reclamen al Estado “la financiación que Zapatero niega a los madrileños”.
El consejero reconoce que existen fallos en el sistema y que “todo es mejorable”, pero concluye que “la Sanidad de Madrid es la mejor de España y una de las mejores de Europa, y vamos a seguir trabajando para que lo siga siendo”.