Cientos de vecinos y vecinas de San Martín, peñas, asociaciones y organizaciones políticas fueron partícipes en el día de ayer (los guisos de las peñas) del desbarajuste organizativo del nuevo equipo de gobierno.
Desde las 8 hasta más de las 10 de la mañana los participantes en la elaboración del evento tuvieron que esperar a que la concejala de festejos y el nuevo encargado de servicios generales pudieran acomodarlos en el arenal del ruedo, y cuando ya estuvo hecho, faltaba la leña, pastillas de encender, condimentos... ¿había algo preparado o se trataba de improvisar?.
En un acto que está más que previsto en fechas, horas y espacios y ajustado escrupulosamente a las entradas de las solicitudes en el registro municipal, era lamentable ver a los concejales y concejalas con vallas para arriba y vallas para abajo, con pala en mano repartiendo los montones de arena, que todavía a las diez de la mañana transportaban los operarios en el camión municipal.
Y lo peor, que sabiéndose como estaba el tiempo, ni siquiera hubo un espacio de cubrición para los asistentes en caso de tempestad, como así ocurrió.
Y lo peor, que sabiéndose como estaba el tiempo, ni siquiera hubo un espacio de cubrición para los asistentes en caso de tempestad, como así ocurrió.
De todas formas, en hora buena a peñas y asociaciones, porque gracias a ellos, como siempre, todo al final se pudo considerar un año más, un acto vecinal extraordinario y fenomenal.
Pero la desorganización fue a más. Unas horas antes del torneo de mus, se comunicaba a los participantes (bueno a los que asistieron a los guisos, al resto creo que no) que dicho evento se trasladaba al restaurante de la Blanca Paloma.
Pero la desorganización fue a más. Unas horas antes del torneo de mus, se comunicaba a los participantes (bueno a los que asistieron a los guisos, al resto creo que no) que dicho evento se trasladaba al restaurante de la Blanca Paloma.
Había que estar allí para creerlo: enlatados como sardinas porque como cada año, había casi cien parejas participantes.
En la revista municipal y en el programa de fiestas se anunciaba el campeonato a las 17,00 horas, en ningún sitio se anunció dónde se harían las inscripciones y hasta cuándo, y a algún "dirigentillo" se le ocurrió cerrar la lista de partícipes a las 16,30; pues podéis imaginar la que se organizó.
Hubo mesas que empezaron la primera partida pasadas las 7 de la tarde. Un auténtico desastre: no había manteles en la mayoría de las mesas, ni bolígrafos, ni papel de anotación, ni tanteo…sí hubo, un encomendado municipal subido en una silla, y a voces cuando le dejaban, iba colocando a cada pareja en la mesa correspondiente, con lo fácil que hubiera sido colgar las listas en la misma pared, y en menos de un minuto, todo el mundo lo ve. ¡Patético!.
A veces, un concejal o una concejala, no tiene porqué saber de todo, pero tampoco tiene porqué ser arrogante, soberbio y prepotente.
Un acto de este tipo y otros como éste se organizan de la mejor forma contando con las personas que saben de ello; es decir, que lo que se debe hacer es hablar con 4 o 5 personas que sepan de lo que va esto, que los hay (recordar que en San Martín hemos sido varias veces campeones de la Comunidad de Madrid, subcampeones y terceros de España absoluto y campeones masculinos) y partir de ahí, como los que entienden saben cómo hacerlo, el resto transcurre por sí solo..
En hora buena de nuevo a los participantes, porque como cada año, una vez más, a pesar de todas las trabas que se quieren poner a estos acontecimientos de participación ciudadana, al final, gracias a los propios vecinos, siempre son un éxito.
Esperemos que nuestros regidores hayan tomado buena nota de todo lo ocurrido en los comienzos, porque sino, vaya FIESTAS nos esperan.
En la revista municipal y en el programa de fiestas se anunciaba el campeonato a las 17,00 horas, en ningún sitio se anunció dónde se harían las inscripciones y hasta cuándo, y a algún "dirigentillo" se le ocurrió cerrar la lista de partícipes a las 16,30; pues podéis imaginar la que se organizó.
Hubo mesas que empezaron la primera partida pasadas las 7 de la tarde. Un auténtico desastre: no había manteles en la mayoría de las mesas, ni bolígrafos, ni papel de anotación, ni tanteo…sí hubo, un encomendado municipal subido en una silla, y a voces cuando le dejaban, iba colocando a cada pareja en la mesa correspondiente, con lo fácil que hubiera sido colgar las listas en la misma pared, y en menos de un minuto, todo el mundo lo ve. ¡Patético!.
A veces, un concejal o una concejala, no tiene porqué saber de todo, pero tampoco tiene porqué ser arrogante, soberbio y prepotente.
Un acto de este tipo y otros como éste se organizan de la mejor forma contando con las personas que saben de ello; es decir, que lo que se debe hacer es hablar con 4 o 5 personas que sepan de lo que va esto, que los hay (recordar que en San Martín hemos sido varias veces campeones de la Comunidad de Madrid, subcampeones y terceros de España absoluto y campeones masculinos) y partir de ahí, como los que entienden saben cómo hacerlo, el resto transcurre por sí solo..
En hora buena de nuevo a los participantes, porque como cada año, una vez más, a pesar de todas las trabas que se quieren poner a estos acontecimientos de participación ciudadana, al final, gracias a los propios vecinos, siempre son un éxito.
Esperemos que nuestros regidores hayan tomado buena nota de todo lo ocurrido en los comienzos, porque sino, vaya FIESTAS nos esperan.